Extracto de la charla impartida por Javier Sádaba en el XIX Encuentro Eleusino en Miraflores: “Los sabios. La suave vereda” (1 julio 2017).
Durante muchos años Catedrático de Ética de la Universidad Autónoma, actualmente, y tras su jubilación, Javier Sádaba (1940) es Catedrático Honorario de dicha Universidad. Es miembro del Observatorio de Bioética y Derecho de la Universidad de Barcelona. Ha trabajado también en otros temas de alto interés social como filosofía de la religión y filosofía lingüística, temáticas en las que se destacan sus aportaciones al campo de la bioética. Por otro lado, Sádaba ha sido profesor en diferentes universidades del mundo de gran tradición, y en la vanguardia filosófica, como la Universidad de Tübingen (en Alemania); la Universidad de Columbia (en Nueva York); y las Universidades de Oxford y Cambridge en el Reino Unido. Su concepción de la filosofía, inserta en el mundo de la vida cotidiana sin perder el necesario rigor, le coloca, para bien y para mal, en los focos de la sociedad y de la política. Escribe regularmente artículos para todo tipo de revistas, tanto generalistas como especializadas en investigación. A su vez, ha sido colaborador, prologuista, traductor o coautor de numerosas obras. Ponente en numerosas conferencias, congresos o cursos es un escritor muy prolífero, ha escrito casi treinta libros, en solitario o colectivos; numerosos artículos, tanto especializados como de divulgación, así como ponencias de congresos, cursos, conferencias, etc. Entre ellos se cuentan No sufras más; El amor y sus formas: Claves para entender el sentimiento más universal; La vida buena: ¿Por qué vivir mal cuando podemos estar bien?; Principios de bioética laica; La filosofía contada con sencillez o La ética contada con sencillez. Ha sido el introductor, o uno de los introductores, de una filosofía de la religión laica, independiente y racional; ha cultivado como pocos las enseñanzas de la filosofía wittgensteiniana y ha defendido y defiende una bioética no menos laica y en contacto con la ciencia biológica. En su obra sobresale la idea de que el cometido de la filosofía consiste en ayudar a vivir lo mejor posible.
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