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Nacen los Encuentros Eleusinos en el Café Gijón

Los Encuentros Eleusinos surgieron de la idea de materializar el pensamiento y la obra de Fernando Sánchez Dragó. Hasta ahora, tanto en los Encuentros celebrados en Castilfrío como en Camboya y en Marruecos, han sido la filosofía, la espiritualidad y la salud su principal aliento. Sin embargo, la literatura ha sido el motor de la vida de Dragó, ya sea como escritor, como lector o como divulgador en programas sobre libros. Su historial es amplio: Encuentros con las letras, Biblioteca nacional, Negro sobre blanco, Las noches blancas… Premio Ondas en 1988 con El mundo por montera y Premio Nacional de Fomento de la Lectura con Negro sobre blanco en 2000, Dragó ha sido, posiblemente, quien más ha hecho por la literatura en España. Con esa vocación, la de profundizar en su vertiente literaria, nacen los Encuentros Eleusinos en el Café Gijón.

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Salón de la cripta del Café Gijón, donde se celebrarán los Encuentros Eleusinos

A la sombra de las célebres tertulias que un día se instalaron entre los muros del Café Gijón, santuario literario de Madrid, los Encuentros Eleusinos tratarán, humildemente, de hacer justicia a su tradición. La tertulia será abierta: no sólo intervendrá Fernando Sánchez Dragó y el invitado, sino que el público asistente podrá participar directamente en la conversación. Durante el acto, se servirá la cena a los comensales, creando un ambiente cálido e íntimo, como ocurre siempre en los Encuentros Eleusinos.

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Dragó y Andrés Trapiello mantienen una amistad de larga data. He aquí una de las muchas ocasiones en las que han coincidido

A la inauguración de los Encuentros Elusinos asistirá Andrés Trapiello como invitado. Admirador declarado de la obra de Trapiello, Dragó considera el conjunto de sus diarios, Salón de pasos perdidos, «la empresa literaria de mayor envergadura, por tamaño, estilo y calidad, que jamás se haya acometido en la historia de nuestras letras. ¿Exagero? Sí, pero muy poco. Sólo los Episodios Nacionales de Galdós rayan a la misma altura. No me obliguen a elegir entre Proust y Trapiello, porque elegiría a éste y a los envidiosos les saldría un sarpullido. Me acojo a mi libertad de lector, pues sin libertad no hay lectura. De lector fatigado, me apresuro a añadir, porque tampoco exagero si digo que a lo largo de la vida habré leído no menos de veinte mil títulos, lo que explica mi cansancio. “Para quien disfruta de la profunda ocupación de escribir, dice Trapiello, leer no es más que un placer secundario”. Pocos, muy pocos son ya los libros que consiguen despertar mi interés, retener mi atención y recibir mi aprobación, pero una vez al año, una sola vez, desde hace quince, aguardo la salida de la nueva entrega de esta historia interminable con la misma expectación y avidez con la que en mi infancia acudía el 6 de enero al mirador en el que los Reyes Magos, atendiendo a mis súplicas escritas, descargaban los libros de sus alforjas. Ese advenimiento anual, esa fiesta del castellano, ese Pentecostés, el del Salón, me condena al dulce suplicio de pasar varias noches en vela. Dos, al menos, en el caso del que hablo, a más de otras tantas sobremesas, porque son libros que frisan ya en las ochocientas páginas. Me debes muchas horas de insomnio, Andrés, de igual modo que yo te adeudo el intenso y extenso placer que la lectura de tu novela en marcha me proporciona. Es un milagro. Resucito, como lector, con ella. Únase, pues, a tu troppo vero mi allegro con brio. Estamos en paz. O no, porque voy a citarte de nuevo y no eres tú, sino yo, quien cobra por la columna: “Esto, señores, no es más que un vidario, el lugar en el que concurren los sueños y las vidas de las gentes”. ¡Ele! Tengo aquí a mi vera, junto a la mesa de trabajo, el Decálogo del Escritor de Hemingway. Su tercer mandamiento reza: “mézclate estrechamente con la vida”. Trapiello sabe que sin ella la literatura carece de sentido. No repica hoy en nuestras letras ningún escritor tan alto, ancho, hondo y puro como él. Dicho queda. Deuda saldada hasta dentro de un año.»

Os esperamos en la velada del próximo 22 de febrero a las 20:00h.

Lugar: Café Gijón (Paseo de Recoletos, 21 – Madrid)

Precio: 35€. Deberá abonarse por adelantado.

Los interesados en participar en los Encuentros Eleusinos en el Café Gijón deberán escribir al correo de la organización: eleusis@sanchezdrago.com

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